Doble atentado con coche bomba cimbra Quito; repunta violencia en Ecuador
Una vez más, la violencia sacudió a Quito, la capital de Ecuador.
Ayer, dos vehículos cargados con material explosivo estallaron frente a instalaciones del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI), la dependencia a cargo de las prisiones.
Se trata de una camioneta y un sedán, que estallaron sin dejar víctimas, según los reportes de las autoridades.
En uno de los vehículos había tanques de gas y dinamita, según el director de Inteligencia de la Policía Nacional, Pablo Ramírez.
Las autoridades arrestaron a seis personas, entre ellas un colombiano.
Se trata de personas con antecedentes penales.
Incluso, tres de los sospechosos quedaron en libertad provisional hace dos semanas tras ser detenidos por robo y secuestro.
“La Policía está levantando evidencias para determinar si se trató de un accidente o es un hecho provocado”, apuntó el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso.
Las autoridades hallaron tres granadas en otro barrio y las hicieron estallar de forma controlada.
El presidente decretó el estado de excepción a raíz del asesinato de uno de los candidatos a las elecciones presidenciales, Fernando Villavicencio, y ha ordenado diversos operativos en cárceles. Fue “un día nada fácil, con una tarde y madrugada compleja y rara”, lamentó ayer el alcalde de la capital de tres millones de habitantes, Pabel Muñoz.
El miércoles pasado, el SNAI trasladó presos a otras penitenciarías para evitar enfrentamientos entre bandas.
Para Ramírez, este pudo ser el motivo de los atentados.
En medio de la guerra entre bandas, las cárceles han sido foco de constantes disturbios en los que han muerto más de 430 presos desde 2021.
Luego de la noche violenta, la entidad señaló en un comunicado que siete policías y 50 agentes carceleros están retenidos en seis centros de privación de libertad, sin ahondar en más detalles.
Más temprano el ministro de Interior, Juan Zapata, explicó que todos los guardias estaban retenidos en la prisión de Cuenca, donde los reclusos protestan desde el miércoles por la presión policial.
“Este suceso sería una respuesta de los grupos criminales ante las intervenciones de la fuerza pública en los centros penitenciarios del país, cuyo propósito es el decomiso de objetos prohibidos que son utilizados en hechos violentos”, indicó el SNAI.