marzo 16, 2025
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EL PORFIRIO DIAZ DE KRAUZE 

He estado en Guadalajara en otras fechas de invierno, cuando celebran la afamada Feria Internacional del Libro (FIL). Concurren Premios Nobel y cada año rinden homenaje a uno de ellos, o a los que aspiran. Dos veces fui, ahora no, pero la sigo desde el diario El País de España, que lo cubre como ningún diario, allí llegan por lo regular cada año las mejores plumas de columnistas y articulistas, como el gran Juan Cruz y Pablo de Llano, que es corresponsal en México. Enrique Krauze, gran historiador mexicano, disertó: Un joven le preguntó si se podía “rescatar” algo de los últimos tres sexenios presidenciales. Krauze apuntó a la economía. “Crece de manera pequeña, pero en términos relativos a América Latina al menos crece”. También, comparativamente, señaló que las libertades civiles son mayores. “En tiempos de la represión estudiantil del 68 el presidente era un monarca. La vida política era más opresiva que la de hoy”. Pero no dejó de calificar Ayotzinapa como una tragedia histórica emparentada con otros horrores del pasado, como la propia matanza del 68: “Ayotzinapa abrió una herida que en el fondo nunca se había cerrado y que en el fondo creo que nunca cerrará”. Y habló de don Porfis, el Porfirio Díaz que revivió y que en Orizaba le fijaron su estatua ante tirios y troyanos. Protestas y aplausos. Siguiendo el hilo de las preguntas de los muchachos, el historiador que ha destripado minuciosamente a todas las figuras de la caudillología mexicana se adentró también en los tiempos de la Revolución y del régimen previo de Porfirio Díaz, del que opinó que existe un juicio exageradamente negativo. “Con él, el país creció económicamente a lo largo de cuatro décadas. El fenómeno material del porfirismo fue positivo. En donde falló mucho es en la política, porque se creía el padre de los mexicanos. No debió quedarse 36 años en el poder. Y fue represor, pero no tanto comparado con lo que vino después. Comparado con las matanzas de los generales revolucionarios, Porfirio fue una dama de la caridad”. 

EL MONO FISGON 

La foto es muy elocuente. Más que elocuente. El mono fisgón, debía llamarse, o también el mono tentón. El mono está en lo suyo. Con los ojos cuadrados, removiendo su mano derecha donde no debe, con la izquierda sujeta la espalda, total, la teoría de Charles Darwin es de que de allí descendemos, de allí venimos, quizá por eso el ver y querer tocar del mono. Darwin estudió medicina y quiso ser sacerdote de la iglesia anglicana, pero se fue por la Teoría de Evolución del ser humano, y por allí nos zampó eso de venir del mono. El mono es un animal muy inteligente. Existen varios tipos de monos, como existen varios tipos de razas en la humanidad. Este mono, cuya foto adorna el espacio, es un mono listo y avezado. Tira la mirada a una cima difícil de alcanzar, más no de tocar. No se conformó sólo con ver, comienza a amenazar con tocarlos. Con un guardarropa de fondo en la fotografía, donde quizá sea un camerino, la actriz es la bella Katie Perry, de 28 años de edad, californiana, dueña de una de las bellezas que retrata Hollywood en cada amanecer. Debe ser una actriz regularcita, pero ya rivaliza con Megan Fox, las hermanas Kardashian, Scarlet Johansson, que esta sí es buena actriz, y con tantas cuyos encantos las meten de lleno en esas películas que ve medio mundo. El tema es el mono. Hay figuras que se venden de los monos en cerámicas o plásticos, tres de ellas son elocuentes, en una está un mono con los ojos tapados, otra con la mano en la boca y una más con ellas en los oídos. La clásica: no oigo, no veo, no hablo. 

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